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Tipos de corrosión en tuberías metálicas y cómo protegerlas

La corrosión en las tuberías metálicas que se sitúan en el exterior es muy común y se llega a dar incluso en las que están en los interiores si el ambiente es muy húmedo, de manera que hay que protegerlas adecuadamente.

Hay varios tipos de corrosión, aunque para todas ellas vamos a encontrar una solución en recubrimientosdekker.es, los cuales son especialistas en proteger estos elementos que tantos problemas nos dan.

¿Cuáles son los tipos de corrosión más usuales?

Existe una gran cantidad de formas de corrosión, casi tantas como metales se emplean a la hora de fabricar las tuberías, que a su vez dependen del clima, de dónde estén situados los tubos, de qué líquidos transportan, etc. 

Atmosférica

Es la más habitual de todas y la produce la propia atmósfera, en concreto elementos tan frecuentes como el oxígeno, el vapor de agua, compuestos de azufre que vienen de los coches y las calefacciones, etc. Se extiende de una manera uniforme y causa estragos, pues llega a romper tramos de tubería muy largos.

Por picadura

Al igual que pasa con la anterior, es generalizada, pero vemos como si algo hubiese impactado en la tubería, provocando huecos que son los que le dan el nombre. Si la percibimos es más que probable que el metal esté expuesto a elementos ácidos como el cloro.

Galvánica

Otra de las corrosiones frecuentes que distinguimos cuando dos metales distintos se tocan y se exponen a un fluido conductivo, como la humedad que hay en las zonas de costa. Se da una reacción que causa que el metal más noble se corroa de forma rápida.

¿Qué podemos hacer para proteger las tuberías?

Tenemos varias maneras de hacer que la corrosión no aparezca. Lo más común es aplicar productos en el exterior de las tuberías siempre que el problema se deba al medio en el que están instaladas.

Usar una protección contra la corrosión

Se trata de una protección muy sencilla, ya que en el caso de las tuberías basta con pintarlas con una pintura específica que agarra bien en el metal y lo protege contra la corrosión. A veces, y dependiendo de dónde estén los tubos, acceder a ellos es más complicado que aplicar la pintura.

Protección contra el ataque químico

Ya hemos visto que la corrosión a veces se da por elementos químicos que están en el medio o que pasan por dentro de las tuberías. En este caso, se puede aplicar un recubrimiento continuo que protege a los metales contra estas sustancias.

Aplicar una impermeabilización acrílica

En muchas ocasiones la corrosión la provoca el agua, así que se puede evitar de una manera muy económica, con una pintura acrílica que hace que la humedad y el agua no lleguen a tocar los metales.

Esto es muy útil en el caso de las tuberías de los edificios y naves, en especial en las que transcurren por el techo, puesto que es posible aprovechar la situación para aplicar la misma pintura en el tejado, impidiendo las goteras y creando una superficie que es transitable, algo que viene bien para las inspecciones o el mantenimiento.

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