Vida

Según la ciencia, estos son los beneficios de la meditación

La mente inquieta: cómo nuestros pensamientos se dispersan

Lucía tiene una expresión extraña en su rostro. ¿Qué le habrá sucedido? Aunque no ha dicho una palabra, su gesto lo dice todo. Quizás mañana en el gimnasio pueda sacarle información. Por cierto, debo devolverle aquel libro tan maravilloso que me prestó y conseguir la nueva novela de Murakami. Mañana mismo pasaré por la librería en mi camino hacia la tienda. ¿Qué era lo que tenía que comprar? ¡Ah, sí! Huevos, pimientos, levadura y pan rallado. Con Lucía, siempre pasa algo interesante.»

Nuestra mente divaga: de lo que ocurrió a lo que está por venir

En cualquier momento de nuestras vidas, mientras conducimos, nos duchamos o lavamos los platos, nuestra mente no para de divagar. Saltamos constantemente entre el pasado y el futuro. Este fenómeno se conoce como divagación mental y es posible gracias a una estructura cerebral llamada red neuronal por defecto. Esta capacidad nos permite ser creativos, tener grandes ideas y experimentar momentos ¡eureka! Sin embargo, según un estudio reciente de la Universidad de Harvard (EE. UU.), le dedicamos aproximadamente el 47% de nuestro tiempo de vigilia a esta divagación mental. Expertos sugieren que pasar tanto tiempo perdidos en nuestros pensamientos nos hace infelices.

La meditación como solución para dominar nuestra mente

Quienes practican la meditación están familiarizados con los constantes saltos de pensamiento que ocurren en nuestra mente. Las principales técnicas meditativas nos instan a centrar nuestra atención en la respiración, los sonidos o alguna parte específica del cuerpo. Sin embargo, se nos advierte que nuestra mente inevitablemente se dispersará en algún momento. La meditación no trata de evitar que aparezcan diferentes pensamientos y sentimientos, sino de simplemente observarlos sin juzgar y luego regresar nuestra atención al presente una y otra vez.

No tiene sentido tratar de detener por completo nuestra mente, ya que el viajar constantemente en el tiempo es parte de la naturaleza del cerebro humano. Sin embargo, en situaciones que requieren concentración total, sería beneficioso poder controlar la mente saltarina. La atención fue una solución evolutiva para lidiar con la sobrecarga de información a la que estamos expuestos. Aprender a filtrar las distracciones externas y enfocarnos en lo que realmente importa nos ayuda a mantener la cordura.

La sincronía entre meditación y neurociencia

Los neurocientíficos llevan años investigando los beneficios de la meditación. En la década de 1990, investigadores emprendieron una aventura en busca de respuestas. Intentaron estudiar la actividad cerebral de los monjes yoguis tibetanos mientras meditaban, pero no tuvieron éxito. Sin embargo, años después, un monje francés llamado Matthieu Ricard se ofreció como voluntario para ser estudiado. Las investigaciones demostraron que los yoguis se concentran rápidamente, mantienen su atención en un punto y son más tolerantes al dolor gracias a la meditación.

Estos estudios inspiraron al investigador Clifford Saron a iniciar un proyecto aún más ambicioso: el proyecto Shamatha. Reunió a treinta investigadores interesados en la neurociencia de la meditación y los llevó a un retiro en las montañas de Colorado. Los participantes aprendieron la técnica meditativa del shamatha, que se enfoca en estabilizar la atención y resistir las distracciones. Después del retiro, se notaron mejoras significativas en la capacidad de atención de los participantes, así como en su manejo del estrés y su sensación de bienestar.

Los efectos duraderos de la meditación

Siete años después del retiro, Saron volvió a reunir a los participantes para evaluar si los cambios causados por la meditación se mantenían en el tiempo. A pesar de que habían seguido practicando la meditación durante una hora al día, los resultados fueron positivos. La capacidad de atención sostenida de los participantes se mantenía sobredimensionada, demostrando que los beneficios de la meditación no son efímeros. La meditación tiene el poder de cambiar nuestro cerebro y mejorar nuestra vida en general. Aunque la mente divague, a través de la meditación podemos encontrar la calma y el enfoque necesarios para enfrentar cualquier situación.

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