Resucitan un virus ‘zombi’ de hace cincuenta años y prosigue siendo infeccioso

Las temperaturas, poco a poco más cálidas en el Ártico, ya están descongelando el permafrost de la zona. El permafrost es una capa de suelo, roca y material orgánico que se halla de manera permanente congelada en las zonas más frías del planeta, como la tundra del Ártico y la zona subártica de Siberia. Este ecosistema tan débil puede lograr profundidades de más de mil quinientos metros y cubre alrededor del veinticinco por ciento de la superficie terrestre del hemisferio norte.
Como se ha desarrollado durante miles y miles de años, es un depósito de grandes cantidades de carbono y metano, gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global. A raíz del cambio climático, los gases se liberan a la atmosfera, provocando un incremento auxiliar de la temperatura. Por si esto fuera poco, la descongelación del permafrost está ocasionando la erosión del suelo, la deformación de la tierra, la pérdida de hábitats y la liberación de contaminantes y otras substancias que estaban atrapadas en el hielo.

PermafrostiStock

Resucitando virus zombis milenarios

El término «zombi» se ha empleado para describir estos virus debido a su capacidad de regresar a la vida cuando son salvados del permafrost mas, realmente, jamás estuvieron fallecidos, solo continúan inactivos.

Por este motivo, los científicos tratan de valorar de qué forma de grande es el peligro para los humanos el hecho de que bacterias y virus atrapados dentro del permafrost puedan regresar a aparecer tras muchos miles y miles de años (y, potencialmente, poner en riesgo la salud animal y humana). De ahí que estén reviviendo esmeradamente ciertos de ellos en el proceso.

Virus resucitadoViruses dos mil veintitres

Con el cambio climático provocando un derretimiento del permafrost sin precedentes, a los científicos les preocupa que pueda haber un acontecimiento «derivado» en el que virus como los que ya han detectado brinquen como anfitriones. Los estudiosos aún ignoran si estos virus técnicamente pueden inficionar a los humanos, y mucho menos enfermarnos. Mas es un peligro tener conciencia de virus que creíamos extintos o que jamás supimos de su existencia y que aún avizoran en el suelo congelado.

La investigación publicada en la gaceta por especialistas de la Capacitad de Medicina de la Universidad de Aix-Marseille en Marsella, muestra que se recogieron virus viejos de muestras de permafrost siberiano y descubrieron que la cepa de virus más vieja, recogida de una muestra de tierra en el fondo de un lago subterráneo, tenía prácticamente cuarenta y ocho y quinientos años.

En este último estudio, los especialistas asimismo notifican que consiguieron aislar y rememorar múltiples virus viejos del permafrost, incluyendo una cepa de virus gigante (Pithovirus) que se halló en una muestra de permafrost de veintisiete.000 años de antigüedad que contenía mucho de lana de mastodonte. La mayor parte de los virus en el estudio son exageradamente grandes conforme los estándares virales, ciertos de hasta dos micrómetros de longitud (exactamente el mismo rango de tamaño que una célula bacteriana de E. coli).

El estudio describe de qué forma los virus descongelados invadieron alegremente las células de ameba cultivadas y, en cuestión de horas, las transformaron en factorías para generar virus más viejos. La investigación muestra, meridianamente, que un virus de cincuenta años prosigue siendo viable y, conforme el planeta se calienta y el hielo se funde, podrían despertarse; algo que podría tener consecuencias ignotas para un ecosistema que no ha visto estos organismos en miles y miles de años.

Referencia:

An Update on Eukaryotic Viruses Revived from Ancient Permafrost . Jean Michel Claverie et al. Viruses dos mil veintitres, 15(dos), 564; https://doi.org/10.3390/v15020564 Received: veintisiete October dos mil veintidos / Revised: dos February dos mil veintitres / Accepted: diez February dos mil veintitres / Published: dieciocho February dos mil veintitres

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *