Responsabilidad del 75% de las emisiones de CO2 planetarias corresponde a las ciudades
El Audi Summit for Progress: impulsando la sociedad sostenible
La segunda edición del Audi Summit for Progress ha congregado en Madrid a algunos de los pensadores más destacados del mundo con el objetivo de fomentar soluciones que hagan posible una sociedad más sostenible. Entre ellos, destaca la presencia de Alicia Asín, reconocida experta en IA y Big Data y cofundadora de Libelium, quien busca devolver el control al ciudadano y mejorar su calidad de vida a través de la tecnología.
Visión de Alicia Asín y Libelium para ciudades más innovadoras y sostenibles
La tecnología juega un papel fundamental en el avance de las ciudades hacia un futuro más óptimo, sostenible y respetuoso con los recursos naturales. Desde Libelium, consideramos que el uso de la tecnología en las ciudades no solo les permite ser más eficientes en términos energéticos y de recursos, sino que también abre nuevas vías de comunicación entre los ciudadanos y los gobiernos locales.
Hacia las ciudades inteligentes y sostenibles
El concepto de «smart city», donde se prioriza al peatón y se reducen al máximo las emisiones contaminantes, está ganando cada vez más relevancia. Las ciudades son responsables de una gran parte de las emisiones de CO2 a nivel mundial, por lo que se presentan como el escenario perfecto para implementar medidas que optimicen y reduzcan estas emisiones. En este sentido, la movilidad juega un papel crucial en la generación de emisiones y existen múltiples soluciones que pueden ser implementadas, como la creación de zonas de aparcamiento inteligentes que guíen a los conductores hasta las plazas disponibles más cercanas, evitando así vueltas innecesarias y reduciendo el estrés, los gastos de combustible y las emisiones.
España como líder en el ámbito de las ciudades inteligentes
España se posiciona como el Silicon Valley europeo en lo que respecta a las ciudades inteligentes. Contamos con numerosas empresas, startups y pymes innovadoras que llevan más de una década ofreciendo soluciones tecnológicas avanzadas, como la normativa de bajas emisiones. Nuestro país ha sido pionero en su implementación y estamos liderando la búsqueda de ciudades más sostenibles.
El Internet de las Cosas en el tráfico y los conductores
En un entorno donde el Internet de las Cosas (IoT) está cada vez más presente en el tráfico y los automóviles, plataformas como DGT 3.0, que permiten recopilar datos y compartir información sobre las carreteras, plantean dudas sobre la privacidad de los conductores. Alicía Asín destaca que todo dependerá del tratamiento y el uso que se haga de esos datos. Si se garantiza su anonimización y se utilizan exclusivamente con fines estadísticos, de prevención de accidentes y para mejorar la experiencia de conducción, no habrá problemas. Sin embargo, es importante evitar que los datos se utilicen con otros fines sin el consentimiento de los conductores.
Innovación en las infraestructuras lineales
Un ejemplo interesante de innovación en el ámbito de las ciudades inteligentes es el proyecto de Audi en Alemania, donde los semáforos están interconectados con los vehículos para reducir al máximo los tiempos de espera. Libelium, por su parte, participa en el PERTE VEC, un consorcio de Volkswagen que busca crear una baliza inteligente para infraestructuras lineales. Esta baliza enviará información tanto a los vehículos conectados como a los paneles informativos, permitiendo enviar avisos de condiciones adversas como el hielo negro, que genera numerosos accidentes. De esta manera, se busca aumentar la seguridad vial y reducir los riesgos.
Retos éticos y tecnológicos
Alicia Asín destaca que los retos que quedan por superar en el ámbito de las ciudades inteligentes estarán más relacionados con la ética que con la tecnología. Un ejemplo claro es el aspecto ético que plantean los vehículos autónomos en situaciones de potencial colisión. Anteriormente, la decisión correspondía al conductor en base a su información y reacción en ese momento. Sin embargo, con la llegada de los vehículos autónomos, la toma de decisiones se vuelve más racional y menos visceral. En este sentido, es necesario adaptar estas decisiones a los valores y principios éticos de cada sociedad para garantizar un futuro seguro y sostenible.