Mudar el tono de los ojos puede parecer de primeras y para el común de los mortales algo nuevo, mas no es así. Desde hace unos años la queratopigmentación sirve para asistir a personas que presentan deformaciones en los ojos, como los ciegos, para dar una solución estética y en ciertos casos para prosperar la visión. Gracias a ella se puede aun eludir la extracción del ojo. ¿En qué consiste precisamente esta operación?
Mujer con los ojos azulesiStock
La queratopigmentación es una intervención quirúrgica cuyo objetivo es alterar el tono del ojo. En esta operación se emplea un género de láser llamado láser de femtosegundo con el que se crea una especie de túnel en la córnea. Entonces se aplica un pigmento sobre esta capa del ojo (no sobre el iris), que cubre el color natural.
Existen, además de esto, otras dos formas de alterar el color natural de los ojos. Por una parte, a través de prótesis artificiales y por otro despigmentando el iris con láseres Nd:YAG. La primera técnica es peligrosísima y es que acarrea un alto peligro de que la persona se quede ciega, como de que presente otras dificultades graves. Se considera, por consiguiente, una mala práctica y está absolutamente desaconsejada. Pese a los peligros que supone, esta intervención se prosigue efectuando en numerosos países. La despigmentación del iris podría ser una técnica renovadora mas aún no se ha estudiado en profundidad y puede ser complicado supervisar el color.
La queratopigmentación es la técnica más estudiada de las 3.
Como ya hemos comentado, en la queratopigmentación se usa el láser de femtosegundo. Este láser opera en millonésimas de segundo para hacer cortes en la córnea o fragmentarla sin que el tejido circundante se vea perjudicado. Se trata de una operación con poco peligro si se efectúa bien, por un cirujano oftalmológico con buena técnica y con los pigmentos convenientes. “Con una buena técnica y pigmento reconocido para uso ocular, el peligro es mínimo. Lo tenemos estudiado desde hace diez años”, explica a Muy Interesante el doctor, catedrático en Oftalmología de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y miembro de Top Doctors, Jorge Alió.
Alió es una excelencia en el tema y es que fue vanguardista en queratopigmentación en este país. El doctor amontona doce artículos científicos publicados en gacetas de nivel Q1 y Q2, esto es, las que más impacto tienen; dos tesis y dieciseis años de investigación a sus espaldas.
El doctor en oftalmología nos cuenta que la técnica de la queratopigmentación se pensó en un inicio a fin de que tuviese fines terapéuticos, no estéticos, para “restaurar la normalidad en ojos enfermos y que ciertos pacientes viesen mejor” y es que “dan considerablemente más calidad de vida a los pacientes”. Después se probó en ojos sanos con pigmentos capaces para ellos. Personalmente ha operado con fines estéticos en poquísimos y justificados casos. Nuevamente, la justificación que el oculista halla en esta operación es que tenga una finalidad terapéutica.
La operación es segura siempre y cuando la técnica sea buena. Es lo que resalta el especialista, puesto que de no ser así, las pupilas pueden quedar pequeñísimas y el grosor de la capa de pigmento puede ser inapropiado. Los pigmentos que se empleen han de ser para uso ocular. Si son dermatológicos, mas no están estudiados en el ojo humano, pueden tener efectos tóxicos y provocar cambios en el tono del ojo “porque tengan minerales que puedan mudar por efecto de la luz o al contacto con los líquidos del ojo”, afirma Alió.
El especialista desecha la idea de que alguien se pueda quedar ciego tras someterse a una queratopigmentación a menos que la operación esté mal hecha o por el hecho de que sobrevenga una infección.
¿Y qué ocurre si en un futuro el paciente se quiere operar de cataratas? El doctor en oftalmología reconoce que hacerse una queratopigmentación complica una operación de cataratas. No es imposible mas sí complicado. Él lo ha hecho.
Referencia: D’Oria , F., Abu-Mustafa, S., Alió, J. dos mil veintidos. Cosmetic Change of the Apparent Color of the Eye: A Review on Surgical Alternatives, Outcomes and Complications, Ophthalmology and Therapy. DOI: https://doi.org/10.1007/s40123-veintidos-cuatrocientos cincuenta y ocho-dos