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¿Qué ocurre en tu cerebro cuando alguien afirma tu nombre?

¿Por qué razón es tan poderoso utilizar nombres y pronunciaciones convenientes? Hay evidencia a nivel científico que prueba que oír el nombre de uno impacta enormemente en el cerebro. Esa patentiza nos ayuda a entender qué poderoso puede ser para las personas percibir sus nombres.

Conforme una investigación efectuado en dos mil seis por el Instituto para el Estudio del Desarrollo Infantil, utilizar o bien percibir su nombre se considera un comportamiento de representación propia. Otros comportamientos de autorrepresentación incluyen reconocer la propia imagen en un espéculo, utilizar adjetivos para describirse a sí mismo o bien describir el estado mental propio.

Los estudiosos sabían que ciertas de estas actividades correspondían con patrones de activación concretos en el cerebro. Deseaban descubrir si oír el nombre propio llevaría a una activación cerebral afín en los participantes.

La corteza prefrontal medial es quien se encarga de muchos de los procesos esenciales que hacen que seamos como somos. Esto incluye emociones, toma de perspectiva y desarrollo de teorías mentales. Muchos de estos procesos se ejecutan en segundo plano o bien se hallan en estado de «reposo» o bien «conduzco automático». No son procesos que controlemos activamente, mas el cerebro reacciona a ellos en patrones predecibles que asisten a formar su identidad y personalidad.

Los estudiosos probaron la activación cerebral en esta zona para poder ver si los cerebros de los sujetos responderían de forma autorepresentativa cuando escucharan sus nombres con relación a otros nombres. Este efecto podría explicar por qué razón nuestros oídos se animan cuando escuchamos nuestros nombres en una habitación estruendosa y llena de gente.

Resultados

Los sujetos fueron expuestos al sonido repetido de 4 nombres diferentes, incluyendo el suyo, en patrones azarosos. Escucharon los nombres de todos y cada uno de los participantes repetidos exactamente la misma cantidad de veces. Se les afirmó que minimizaran sus reacciones físicas al sonido de su nombre. Utilizando un escáner cerebral, los estudiosos estudiaron la reacción en el cerebro cuando los participantes escucharon su nombre entre el resto.

Descubrieron que hay una activación cerebral única en el momento en que un sujeto escucha su nombre. Estos patrones son afines a los patrones que exhibe el cerebro a lo largo de otros comportamientos de autorrepresentación. Percibir nuestro nombre hace que el cerebro reaccione tal y como si estuviese participando en los comportamientos y patrones de pensamiento que sirven como ciertos de sus primordiales marcadores de identidad y personalidad.

En verdad, esta reacción es tan poderosa que se observaron patrones afines en pacientes en estado vegetativo persistente (PVS). Un PVS se define como una condición en la que la conciencia de uno mismo y del medioambiente está ausente. Los pacientes en PVS no pueden moverse, charlar, identificar a otros y, en ciertos casos, aun abrir los ojos.

No obstante, estos pacientes probaron activación cerebral al oír sus nombres, si bien solo fuera momentáneamente. Es la patentiza de autoreconocimiento. De este modo, nuestros cerebros responden de manera involuntaria al sonido de nuestros nombres, aun en un estado en el que no podemos contestar o bien actuar sobre cualquier otra cosa.

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