¿Por qué razón los planetas son redondos?
La gravedad de un planeta atrae por igual desde todos y cada uno de los lados. La gravedad tira del centro cara los bordes como los radios de una rueda de bici. Esto causa que la manera general de un planeta sea una esfera, que es un círculo tridimensional.
Conforme el modelo más extensamente admitido de capacitación de estrellas y planetas, asimismo conocido como hipótesis nebular, nuestro sistema solar empezó como una nube de polvo y gas en remolino (o sea, una nebulosa). Conforme esta teoría, hace unos cuatro mil quinientos setenta millones de años, sucedió algo que provocó el colapso de la nube. Esto podría haber sido el resultado del paso de una estrella o bien ondas de choque de una supernova, mas el resultado final fue un colapso gravitacional en el centro de la nube.
Debido a este colapso, las bolsas de polvo y gas empezaron a acumularse en zonas más espesas. Conforme las zonas más espesas atrajeron más materia, la conservación del impulso hizo que comenzasen a girar, al tiempo que el incremento de la presión hizo que se calentasen. La mayoría del material acabó en una bola en el centro que formó el Sol, al tiempo que el resto de la materia se aplanó formando un disco que lo rodeaba, esto es, un disco protoplanetario.
Los planetas se formaron por acreción de este disco, donde el polvo y el gas se fusionaron para formar cuerpos poco a poco más grandes.
Conforme con la Resolución 5A, la definición de planeta es: Un «planeta» es un cuerpo celeste que:
(a) está en órbita alrededor del Sol,
(b) tiene suficiente masa a fin de que su autogravedad supere las fuerzas recias del cuerpo de tal modo que acepte una forma de equilibrio hidrostático (prácticamente redonda) y
(c) ha despejado la vecindad cerca de su órbita.
Un «planeta enano» es un cuerpo celeste que
(a) está en órbita alrededor del Sol,
(b) tiene suficiente masa a fin de que su autogravedad supere las fuerzas recias del cuerpo, de forma que acepta una forma de equilibrio hidrostático (prácticamente redonda),
(c) no ha despejado la vecindad en torno a su órbita, y
(d) no es un satélite.