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Mafalda, la primera aparición de una luchadora empedernida.

El icónico legado de Mafalda: una voz incansable en la lucha por la justicia

Si mencionamos el nombre de Mafalda, es inevitable no imaginar a esa niña de cabello oscuro, lazo en su cabello y una sonrisa radiante. Mafalda es reconocida como una joven inteligente y con un fuerte sentido de justicia. Esta adorable criatura es mucho más que una figura juvenil inocente. En realidad, es una de las voces más críticas y combativas que el siglo XX ha presenciado. Detrás de esos ojos brillantes, de este personaje de cómic, se esconde una heroína de las barricadas. Mafalda participa frecuentemente en debates filosóficos con sus amigos y familiares, reflexionando sobre cuestiones sociales y políticas. Y hasta el día de hoy, sigue cautivando a audiencias de todas las edades.

Mafalda: Un nacimiento fortuito que marcó historia

El simpático personaje de Mafalda hizo su primera aparición el 29 de septiembre de 1964 en la revista argentina ‘Primera Plana’. Desde entonces, esta fecha se considera oficialmente su cumpleaños. Quino, el renombrado dibujante Joaquín Salvador Lavado, creó este personaje casi por casualidad. Fue en 1963 cuando Miguel Brascó, un colega de profesión, le encargó diseñar un anuncio para una nueva línea de electrodomésticos. El anuncio requería la representación de una típica familia de clase media argentina: padres con dos hijos pequeños, una niña y un niño. Aunque la idea de Quino fue rechazada y nunca se concretó la campaña, Mafalda quedó guardada en un cajón, esperando su momento de gloria. Y ese momento llegó al año siguiente, pero con una personalidad completamente nueva. Mafalda se convirtió en la voz de los oprimidos, representando a las clases medias y a las jóvenes progresistas de Argentina que anhelaban un cambio positivo en el mundo. Ella rechazaba la pasividad, el conformismo, la guerra, la violencia y, sobre todo, ¡la sopa! Esta nueva personalidad la convertiría en un ícono de masas y en un símbolo para todas las generaciones que disfrutaron de sus tiras cómicas. A través de su humor ácido y su sarcasmo incisivo, Mafalda puso en evidencia cómo una niña pequeña podía ser más política y activa que los adultos. Además, se implicaba en causas como los derechos de las mujeres. Su mensaje trascendió fronteras, ya que sus brillantes textos se tradujeron a 26 idiomas. Incluso organismos como la ONU y reconocidos intelectuales, como Umberto Eco, aplaudieron su valiosa contribución.

El adiós de Mafalda: un legado que perdura

Quino tomó la decisión de dejar de dibujar a Mafalda en 1975, a excepción de ocasiones especiales, para preservar la frescura del personaje y evitar la repetición de chistes y situaciones. Mafalda se retiró en su apogeo, lo que asegura que su memoria solo nos traiga sentimientos positivos a todos aquellos que disfrutamos de su lectura o que seguimos descubriéndola. Un mundo con Mafalda es un mundo en el que pocos querríamos dejar de vivir.

El legado de Mafalda: una voz vigente en el siglo XXI

Referencias:
– Martins, L. (2021). Acontecimiento discursivo en Mafalda: ecos de la memoria del ciclo de -azos. Literatura e Autoritarismo.
– J. (2023). The construction of the character and her speeches: an analysis of Mafalda’s strips from Bakhtin. Concilium.
– A. (2015). Cultura popular, política e imaginarios de género alternativos en la Argentina de los años 60 y 70. Estudios de la Cultura Popular Latinoamericana, 33, 41-56.
– M. (2022). Mafalda: una historia social y política del cómic global de América Latina. Journal of Gender Studies, 31, 889-891.

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