Gente

Íncubos y súcubos, los diablos sexuales

Tener sueños de carácter sexual es algo natural, y propio de una sexualidad sana. No obstante, siglos atrás –cuando el conocimiento del cuerpo humano era limitado y mientras que la humanidad estaba sumida en una obscuridad moral– los sueños sexuales eran percibidos como algo indeseable, o aun peligroso.

La mujer diablo sexual lleva por nombre súcubo.iStock

En el cristianismo, la actividad sexual está ausente en el cielo, y las inclinaciones sexuales se atribuyen solo a seres sobrenaturales malvados: Satanás, diablos, íncubos y súcubos.

Los sueños sexuales, por consiguiente, ocasionaban preocupación si se piensa que son el resultado de la visita nocturna de algún espíritu. Semejantes sueños se atribuyeron una vez a espíritus o diablos conocidos como íncubos y súcubos, que procuraban a los humanos dormidos para tener relaciones íntimas.

Un íncubo es diablo en forma masculina que busca tener relaciones íntimas con mujeres dormidas; el espíritu pertinente en forma femenina tiene por nombre súcubo.

En la Europa medieval, ciertos supusieron que la unión con un íncubo daría sitio al nacimiento de brujas, diablos y descendencia humana desfigurada. En verdad, diríase que el legendario mago Merlín fue engendrado por un íncubo.

Tanto los íncubos como los súcubos se representan como seres encarnados en el cuerpo de hombres y mujeres de gran belleza y sensualidad, que procuraban cautivar a sus víctimas introduciéndose en sus sueños, para después violarlas. Aparte de su seductora bellaza, acostumbraba a representárselos con peculiaridades diabólicas, como cuernos, alas o aun una cola.

De forma tradicional, diríase que los íncubos procuraban a jóvenes mujeres para atacarlas antes que perdiesen su virginidad. Por su lado, los súcubos tenían el propósito de alimentarse de la sangre y la energía de los varones, que acostumbraban a ser adolescentes y frailes.

La palabra ‘íncubo’ se deriva del latín incubus (‘pesadilla’) mas asimismo puede proceder de incubare (‘tumbarse, pesar, criar’). Por su parte, ‘súcubo’ procede de una perturbación de la palabra succuba; la propia palabra deriva del prefijo ‘sub’, que significa ‘debajo de’; y del verbo cubare, que significa ‘yacer’.

LilitWikimedia Commons

Lilit, primer vestigio del feminismo

Uno de los súcubos más conocidos es Lilit o Lillith, perteneciente a la mitología mesopotámica y del folclore demonológico judío. Lilit, creada ya antes que Eva, encarna la belleza maligna y las relaciones íntimas pasionales. Podemos leer sobre Lilit en documentos históricos, como la propia Biblia o la Epopeya de Gilgamesh, y su figura implica la primera representación histórica de lo que conocemos como ‘mujer fatal’. En verdad, Lilit representa una temprana figura del feminismo, puesto que, en contraste a Eva, fue creada en igualdad con respecto a Adán y, rebelándose ante sus demandas de sometimiento, le abandonó.

La tradición ha tolerado que los súcubos y los íncubos, ahora tomados como puras criaturas mitológicas, sigan estando presente en la cultura de distintas formas: en la literatura, T.V., cine e, aun, en los juegos.

En el uso sicológico moderno, el término se ha aplicado al género de pesadilla en la que las personas sienten tal y como si tuviesen un enorme peso sobre el pecho y el estómago, complicando la respiración.

La explicación científica

En pleno siglo veintiuno es bastante complicado opinar en la existencia de íncubos y súcubos. No obstante, hay personas que de veras sienten que alguien los está atacando mientras que duermen. Lo experimentan tal y como si fuera real. La ciencia le ha puesto un nombre y es parálisis del sueño.

Aparte de lo precedente, las personas que padecen este trastorno del sueño se despiertan mas no pueden moverse. Pueden oír y caer en la cuenta de lo que ocurre a su alrededor mas, aún y todo, están paralizadas.

No se sabe con precisión cuál es el motivo que provoca la parálisis del sueño mas parece que los capítulos se provocan en situaciones de agobio, por no reposar como debe ser o por tener unos ciclos de sueño anormales.

Una de las explicaciones que se han dado a por qué sucede esto consiste en que la fase REM del sueño (fase en la que se sueña) se sobrepone a la fase de vigilia. En este estado como de limbo es usual tener alucinaciones siniestras, entre ellas la presencia de alguien rondando cerca.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *