En la Biblia, se mencionan seis enfermedades que persisten en la actualidad
El papel de las enfermedades según la Biblia
El Antiguo Testamento, específicamente el libro de Éxodo, nos muestra que las enfermedades eran consideradas como un castigo divino por Yahvé y eran utilizadas para castigar a la humanidad. Nuestros antepasados atribuían las plagas que diezmaban a la población a los castigos divinos. Sin embargo, la Biblia también nos muestra que las enfermedades pueden ser provocadas por otros factores, como un ataque enemigo o un trato con Yahvé. Es decir, las enfermedades también pueden tener origen humano o espiritual.
El sufrimiento de Job y la enfermedad de Pablo
En el libro de Job, se relata la historia de un hombre piadoso que sufre un ataque satánico a petición de Yahvé. A Job se le arrebata todo: sus riquezas, sus hijos y hasta su salud. Esto demuestra que las enfermedades también pueden ser una forma de sufrimiento, incluso para aquellos que no han cometido ningún pecado.
El apóstol Pablo también experimentó una terrible enfermedad que afectó tanto su cuerpo como su alma. Llegó al punto de rogar a Yahvé en tres ocasiones para que lo sanara, pero la divinidad decidió que debía continuar sufriendiendo. Esto nos muestra que, a veces, las enfermedades no pueden ser curadas y debemos aprender a vivir con ellas.
Enfermedades bíblicas que persisten en la actualidad
A pesar de que han pasado muchos siglos desde que se escribió la Biblia, algunas de las enfermedades mencionadas en ella todavía persisten en la actualidad. A continuación se presentan seis enfermedades bíblicas que siguen afectando a la humanidad:
1. Lepra: una enfermedad con consecuencias neurológicas
La lepra es una enfermedad mencionada varias veces en los textos bíblicos. Aunque la relacionamos principalmente con manifestaciones cutáneas, su principal impacto clínico es a nivel neurológico. La bacteria Mycobacterium leprae, descubierta por GA Hansen, provoca daños irreversibles en los nervios, afectando la sensibilidad y movilidad de las personas.
2. Epilepsia: convulsiones y ataques
La epilepsia es otra enfermedad que encontramos en los textos bíblicos. Se menciona en pasajes como Mateo 4:24, donde Jesús sanaba a aquellos que sufrían de epilepsia y otras enfermedades. En ocasiones, se usaba el término «lunático» para referirse a personas con epilepsia o comportamientos similares a la locura.
3. Disentería: una enfermedad infecciosa del intestino
La disentería es una enfermedad infecciosa que afecta el intestino, caracterizada por dolor abdominal y diarrea con sangre y mucosidad. En la Palestina de Jesús, era común que esta enfermedad se propagara debido a la falta de medios actuales de refrigeración, lo que llevaba a la presencia de bacterias y toxinas en los alimentos y el agua.
4. Fiebre: un signo clínico de diversas enfermedades
La fiebre es un signo clínico asociado al aumento de la temperatura corporal y puede ser causado por diferentes enfermedades. En la Biblia, se menciona en pasajes como Deuteronomio 28:22, donde se relaciona la fiebre con la inflamación y el ardor. Jesús también realizó curaciones a personas con fiebre, como la suegra de Pedro.
5. Sarna: una enfermedad cutánea provocada por un ácaro
La sarna es una enfermedad cutánea causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, que provoca lesiones cutáneas y picazón intensa. Esta enfermedad es aún muy común en la actualidad, afectando a más de doscientos millones de personas en todo el mundo. En la Biblia, se menciona en pasajes como el libro de Job, donde el personaje sufre una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
6. Tuberculosis: una enfermedad infecciosa y mortal
La tuberculosis, causada por el bacilo de Koch, es una enfermedad infecciosa que ocupa un lugar importante en la lista de causas de muerte en todo el mundo. Moisés menciona la tuberculosis como una de las enfermedades con las que Yahvé castigaría al pueblo de Israel. La lucha contra esta enfermedad sigue siendo relevante en la actualidad.
Jesucristo, el médico sanador
En el Nuevo Testamento, encontramos numerosos relatos de los milagros que Jesucristo realizó, incluyendo sanaciones de diferentes enfermedades. Estos milagros se pueden agrupar en cuatro categorías principales: control de la naturaleza, resurrección de los muertos, liberaciones y curaciones. Jesucristo realizaba estas curaciones de forma gratuita, sin pedir ni aceptar ningún pago a cambio.
Uno de los relatos más poderosos es el de la mujer que sufría de hemorragias y que había gastado todo su dinero en tratamientos sin obtener mejoría. Cuando ella tocó el manto de Jesús, fue sanada al instante. Jesucristo reconoció su fe y la envió en paz y sana.
Estos relatos de curaciones muestran el poder de la fe y la capacidad de Jesucristo como médico sanador. A pesar de los siglos transcurridos, la figura de Jesucristo continúa siendo reconocida como un sanador y un símbolo de esperanza para muchas personas.
Conclusiones
Aunque la Biblia fue escrita hace muchos siglos, sigue siendo relevante en el estudio de las enfermedades y su impacto en la humanidad. Las enfermedades mencionadas en la Biblia, como la lepra, la epilepsia, la disentería, la fiebre, la sarna y la tuberculosis, continúan afectando a la humanidad en la actualidad. Además, los relatos de curaciones realizadas por Jesucristo nos recuerdan el poder de la fe y la importancia de la esperanza en medio del sufrimiento.
El estudio de las enfermedades y sus diversas manifestaciones en las diferentes épocas de la historia nos permite comprender mejor la naturaleza humana y fortalecer nuestra lucha contra ellas.
Fuentes:
Mitchell PD, Wang T, Billig Y, Gadot Y, Warnock P, Langgut D. Giardia duodenalis and dysentery in Iron Age Jeruslalem. Parasitology 2023:150 (8):693-699
Gargantilla Madera, P. Historia de la medicina. Editorial Pinolia. 2023