Vida

El veneno mortal empleado por los Borgia en su guerra política como arma para eliminar a sus adversarios

Los Borgia: una familia marcada por la corrupción y la traición

En una famosa escena de la película «El hombre que mató a Liberty Balance», el director de un periódico le dice a su redactor: «si la leyenda se convierte en realidad, imprime la leyenda». Esta cita parece ser muy apropiada para describir la historia de los Borgia, una familia de origen valenciano que dejó su huella en el Renacimiento italiano. Con sus estrategias de traición, conspiración y envenenamiento, esta familia ha pasado a la historia como una de las más corruptas y poco honrosas del pasado.

Lucrecia Borgia: una vida llena de intrigas

A mediados de abril de 1480, nació Lucrecia Borgia, la hija del futuro Papa Alejandro VI y hermana de César Borgia, quien fue tomado como modelo por Maquiavelo para su famoso libro «El Príncipe». Lucrecia, una mujer bella pero depravada y cruel, se convirtió en una pieza más del complejo juego político italiano. A pesar de su corta vida, ella misma se encargó de segar la vida de algunos de los enemigos de los Borgia.

Cuando Lucrecia nació, su padre ya era cardenal y no tuvo reparos en casarla a una temprana edad con el conde de Pesaro, Giovanni Sforza. Este matrimonio tenía como objetivo establecer una alianza poderosa con la familia italiana. Sin embargo, las diferencias políticas entre su padre y su esposo llevaron a que Lucrecia fuera retenida a su lado en lugar de regresar a Pesaro. Además, Alejandro VI decidió declarar nulo el matrimonio, alegando que no se había consumado. Esta acusación, sumada a los rumores de relaciones incestuosas entre el Papa y Lucrecia, dañó aún más la reputación de la joven y fortaleció la leyenda negra que rodea a los Borgia.

Después de este matrimonio problemático, Lucrecia se retiró a un convento, donde se dice que quedó embarazada en circunstancias misteriosas. Posteriormente, Alejandro VI organizó su segundo matrimonio con el príncipe Alfonso de Biscaglie del Reino de Nápoles. Sin embargo, este matrimonio también terminó en tragedia cuando Alfonso fue asesinado por orden del papado. Lucrecia finalmente contrajo matrimonio por tercera vez con Alfonso d’Este, del reino de Ferrara, con quien tuvo cuatro hijos. Sin embargo, la complicación de un parto fue lo que finalmente le arrebató la vida.

La cantarella: el veneno de los Borgia

A lo largo de la historia, el veneno ha sido utilizado como un recurso para eliminar a personas incómodas. Durante el Renacimiento, los Borgia también recurrieron a esta táctica. Se dice que la cantarella, también conocida como Acquetta di Perugia, era el veneno utilizado por ellos para resolver sus conflictos políticos. Este veneno era inodoro, incoloro e insípido, y se obtenía mezclando arsénico con vísceras deshidratadas de cerdo. La cantarella se presentaba en forma de un polvo blanco, similar al azúcar, y era extremadamente efectiva.

Algunas de las víctimas de los Borgia fueron el Dogo de la Serenísima República de Venecia, Giovanni Mocenigo, y el actor Pietro Rossi, amante de Lucrecia. Se cuenta que Lucrecia llevaba un anillo que contenía el veneno y que lo utilizó en varias ocasiones para envenenar a sus víctimas. Bastaba con abrir el anillo y verter el contenido en una copa. Esta forma de operar tan sencilla contribuyó a fortalecer la leyenda negra de los Borgia.

Es interesante destacar que la fama de los Borgia ha trascendido los siglos, e incluso ha sido mencionada en la sentencia de muerte de María Antonieta durante la Revolución Francesa. La compararon con Lucrecia Borgia, evidenciando el impacto duradero de esta familia en la historia.

En resumen, los Borgia son recordados como una familia marcada por la corrupción, la traición y el uso del veneno como un arma política. Su historia nos ofrece un fascinante vistazo a los oscuros dramas del Renacimiento italiano.

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