El teflón de la sartén genera cáncer ¿verdad o patraña?
Material responsable de que no se nos pegue el alimento en la sartén, el teflón, marca registrada que la enorme mayoría de nosotros utilizamos para referirnos al politetrafluoroetileno o de forma más fácil, PTFE, acumula una pésima reputación. Se le acusa de ser tóxico y cancerígeno. ¿De veras se merece esta mala fama?
El teflón hace que el alimento no se pegue a la sartén.
Como apunta la tecnóloga de los comestibles, Beatriz Robles, en su libro Come seguro comiendo de todo (Editorial Planeta), el teflón es inerte, por lo que “no reacciona con otras substancias químicas ni con los comestibles, así que no es tóxico. Además de esto, resiste el “ataque” de todo género de compuestos químicos y puede emplearse de forma continuada a temperaturas extremas: desde los doscientos grados en negativo a los doscientos sesenta grados”. A esta temperatura máxima no llegarás cocinando a no ser que se te olvide la sartén en el fuego y lo tengas a toda pastilla.
Realmente, la culpa de que el teflón tenga tan mala reputación la tiene otra substancia llamada perfluorooctanoico o PFOA. Afirmamos culpa por el hecho de que esta substancia que sí puede ser peligrosa para la salud se halla así como el inofensivo teflón en las sartenes antiadherentes. Es el que garantiza que el teflón quede unido a la sartén, tal y como si fuera un pegamento.
El PFOA no solamente se halla cubriendo baterías de cocina, sino a nivel industrial se usa como recubrimiento antimanchas en tejidos, se emplea en embarnices y pinturas, etc. Aparte de que continúa en el medioambiente. Es, por ende, una amenaza para los ecosistemas y puede llegar a nuestro plato por medio de comestibles contaminados. “En comparación con otras fuentes de exposición, la cantidad que recibimos desde las sartenes que poseen PFOA es pequeña. Además de esto, está clasificado como “posiblemente carcinogénico” (aunque la patentiza de que genere cáncer es limitada), es tóxico y puede acumularse en el cuerpo”, asevera Robles.
En las sartenes que poseen PFOA este se halla en la parte interna del teflón, no en la superficie, que es la que entra en contacto con los comestibles. Conforme Robles, si la sartén está en buen estado, el peligro es nulo. Aun si esta presenta algún rasguño o fisura, la exposición va a ser tan pequeña que el peligro va a ser mínimo.
La UE prohibió el uso del PFOA en las sartenes en el mes de julio de dos mil veinte por sus efectos sobre la salud de las personas y del medioambiente. Por consiguiente, las sartenes antiadherentes adquiridas pasada esa data ya no lo contendrían. Si la tuya es precedente, no la tires a no ser que esté en mal estado, cuídala a fin de que no se arañe ni agriete y no te la dejes olvidada al fuego.
De qué forma sostener en buen estado una sartén antiadherente
Sostener en perfectas condiciones una sartén antiadherente es algo sencillísimo. Para comenzar, con ellas vamos a deber utilizar cubiertos de madera o de silicona, así evitaremos que se rayen. Las vamos a lavar con un jabón suave, mejor con la parte más frágil del estropajo y jamás en caliente. Tampoco les viene bien que les echemos agua cuando aún no se han enfriado.
Si la sartén es de calidad, es preferible lavarla a mano en vez de en el lavaplatos. Las sartenes se deben guardar sin restos de comida, secas y ya de nota, con separadores entre ellas.
El origen del teflón, un inopinado descubrimiento
El teflón se descubrió de forma casual en mil novecientos treinta y ocho. El descubrimiento sucedió mientras que el químico Roy Plunkett estaba estudiando gases refrigerantes en la compañía química DuPont. Plunkett apreció que una muestra de tetrafluoroetileno había desaparecido enigmáticamente. Al comprobar el recipiente donde se hallaba, vio un polvo blanco y ceroso que no se pegaba a nada. Este polvo resultó ser el PTFE, el primordial componente del teflón.
Desde ese momento, este material se ha transformado en un recubrimiento popular para las sartenes y otros aparejos de cocina debido a su propiedad antiadherente.