Vida

¿El consumo excesivo de proteína, como en polvos y barritas, representa un riesgo para la salud?

¿Es segura la moda del consumo de proteínas?

La proteína juega un papel vital en nuestro organismo, ya que contribuye a la construcción y mantenimiento de músculos, huesos, piel y otros tejidos. Además, es esencial para el funcionamiento de hormonas y enzimas. Su consumo en formato polvo, batidos, lácteos o barritas enriquecidas ha experimentado un notable aumento en los últimos años, impulsado por su capacidad para mantenernos saciados por más tiempo y ayudarnos a controlar el peso.

¿Cuáles son los posibles riesgos?

Algunos médicos y expertos se alarman por las posibles consecuencias a largo plazo de un consumo excesivo de proteínas. No se conocen con certeza los efectos que esto puede tener en el cuerpo humano a largo plazo. Tampoco está demostrado que ingerir grandes cantidades de proteína sea una solución mágica para perder peso o desarrollar músculo. Además, es importante tener en cuenta que el exceso de proteína puede llevar a una deficiencia de otros nutrientes esenciales para el organismo, como los cereales integrales, las grasas y las frutas y verduras.

Peligros en la edad adulta

El consumo excesivo de proteínas, especialmente de origen animal, puede acelerar la multiplicación celular en el organismo. Esto puede ser beneficioso durante la infancia, pero en adultos, este proceso aumenta el riesgo de cáncer. Es por ello que se recomienda tener cautela al consumir dosis altas de proteína a medida que envejecemos.

Recomendaciones y grupos vulnerables

Las recomendaciones para el consumo de proteínas indican que estas deben representar alrededor del 15% del total de macronutrientes diarios, es decir, aproximadamente 0,8-1 gramo de proteína por kilo de peso al día. Es importante priorizar la proteína proveniente de alimentos reales en lugar de suplementos.

Existen grupos que pueden tener dificultades para alcanzar la ingesta adecuada de proteínas, como las adolescentes, las personas mayores (quienes corren riesgo de perder masa muscular y tienen un apetito reducido) y determinados grupos especiales como atletas profesionales y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. En la población en general, no es necesario aumentar la ingesta de proteínas.

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