Cómo los masai logran una sonrisa perfecta sin necesidad de cepillarse los dientes
Explorando la Vida de la Tribu Masai: Entre Tradiciones y Leyendas
En la región entre la ciudad de Karatu y la entrada al Parque de Serengeti, se encuentra un boma, conocido como los poblados masai. Un pequeño recinto circular compuesto por una docena de chozas de adobe, paja y estiércol, junto con un espacio utilizado como escuela.
Los masai, un colectivo de alrededor de 850.000 personas repartidas en Kenia y Tanzania, son una tribu seminómada dedicada al pastoreo de rebaños de cabras y vacas. Su vestimenta inconfundible, con una túnica roja y azul atada al cuello, los distingue y honra al cielo.
El Poder de los Baba y la Poligamia en la Cultura Masai
En el boma, todos los habitantes son familiares de un baba, el padre de la familia. El patriarca vive con sus quince esposas y sus cuarenta hijos. Sin acceso a electricidad ni agua corriente, han cercado el poblado con acacias espinosas para protegerse de los animales salvajes y mantener su ganado seguro.
La poligamia es común entre los masai y tener varias esposas es señal de poder. Los matrimonios suelen ser concertados cuando las niñas son jóvenes, en colaboración con los padres de poblados vecinos. Su riqueza se calcula en función del ganado, siendo mayor el prestigio social cuanto mayor sea el rebaño. Estos animales son su principal fuente de alimento, proporcionando leche, carne y sangre.
La Danza del Salto y el Misterio del Boma
Mientras conversamos, un grupo de masai comienza a bailar el famoso adumu, también conocido como la «danza del salto». Con cada salto, los guerreros aumentan la altura y el volumen de sus cánticos. Este increíble espectáculo nos introduce al misterio del boma.
Las chozas del boma son similares en tamaño y apariencia, sin destacar ninguna por su ostentación. En el centro, hay un área cercada con espinas donde encierran su ganado al final del día. Visitamos una de las muchas chozas y descubrimos que, en solo seis metros cuadrados, hay un pequeño hall, una sala principal que sirve como salón y cocina, y un área más íntima para dormir, ocupada por las cuatro personas que viven allí.
Secretos de la Cultura Masai: Escarificaciones y Sonrisas Brillantes
En la cercanía, notamos las cicatrices faciales que lucen los masai, conocidas como escarificaciones. Además, la dilatación de sus pabellones auriculares es otro distintivo de su anatomía, realizado durante su infancia con la ayuda de un machete.
Sorprendentemente, todos los masai tienen dientes perfectos, blancos y brillantes. Su secreto: el miswak, un palo de mascar orgánico obtenido de la salvadora pérsica. Estudios científicos respaldan sus beneficios odontológicos, como fortalecer las encías, eliminar la placa dental y blanquear los dientes. Aunque la mayoría de los masai no tiene los incisivos inferiores debido a una práctica ancestral realizada a los cinco años de edad para facilitar la alimentación a través de una pajita.
Los Mitos y Leyendas Masai: Los Custodios del Ganado
La religión de los masai es monoteísta y creen firmemente en la existencia de una energía divina llamada Ngai que se encuentra en todas las cosas. Según su mitología, al principio el cielo y la tierra eran uno solo y el ganado pertenecía a Ngai. Cuando se separaron, el ganado se quedó en el cielo, lo cual preocupó a la divinidad ya que la hierba solo crecía en la tierra. Ngai solucionó el problema creando una cuerda con las raíces de una higuera para conectar el cielo y la tierra, y devolvió todo el ganado al espacio terrestre. Los masai fueron designados como los cuidadores perpetuos de todas las vacas del mundo.
En el año 2002, como un gesto de solidaridad tras el atentado del 11 de septiembre en los Estados Unidos, una tribu masai donó catorce vacas al gobierno de ese país para contribuir a su recuperación.
Despidiéndonos de los Masai: Tradiciones y Legado
Después de explorar el boma y comprar abalorios en un mercado improvisado, presenciamos un acto tradicional: hacer fuego. Aunque los masai tienen herramientas modernas, conocen la técnica ancestral para generar fuego de manera tradicional.
Finalmente, llega el momento de despedirnos y agradecer su infinita hospitalidad. Regresamos al vehículo 4×4, donde nuestro guía y conductor nos esperan. Con entusiasmo compartimos nuestra experiencia. Sorprendido e inocente, nuestro guía, Jane, pregunta: «Pero… ¿no tienen masai en España?»
Referencias:
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