Beneficios de no cruzar las piernas al sentarse
Los efectos negativos de sentarse con las piernas cruzadas
Sentarse con las piernas cruzadas es una postura común que muchas personas adoptan sin pensar en las consecuencias para su salud. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que esta práctica puede tener efectos negativos en el cuerpo.
Uno de los problemas asociados con cruzar las piernas por la rodilla es que puede provocar una subida de la tensión arterial. Esto ocurre porque la sangre se acumula en las venas, dificultando que el corazón funcione correctamente. Por esta razón, es recomendable mantener las piernas descruzadas al tomarse la tensión.
Otro estudio realizado en 2020 reveló que sentarse con las piernas cruzadas puede llevar a adoptar una postura encorvada y asimétrica, especialmente en personas que sufren dolor lumbar. Al cruzar las piernas, las caderas pierden su alineación y una se sitúa más arriba que la otra, lo que puede causar desequilibrios en el cuerpo.
Además, investigadores han encontrado que esta postura altera la velocidad de circulación de la sangre en los vasos sanguíneos de las piernas, aumentando el riesgo de formación de coágulos. Esto puede tener graves consecuencias para la salud, por lo que es recomendable evitar cruzar las piernas durante periodos prolongados.
Otros efectos secundarios de sentarse con las piernas cruzadas
Sentarse con las piernas cruzadas puede tener otros efectos negativos en el cuerpo. Esta postura puede acortar los músculos, cambiar la disposición de los huesos de la pelvis e incluso desalinear la columna y los hombros. Cuanto más tiempo se permanezca en esta posición, más notable serán estos efectos.
El cuerpo tiende a intentar volver a su alineación natural cuando adoptamos una postura incorrecta. En el caso de sentarse con las piernas cruzadas, el cuerpo trata de mantener el centro de gravedad por encima de la pelvis, lo que puede llevar a una alineación incorrecta de la cabeza, columna, hombros y cuello.
Asimismo, los músculos de la pelvis y la zona baja de la espalda se ven afectados por la tensión y la presión que esta postura produce. Al estirarse de manera prolongada, los músculos de una nalga se debilitan y la pelvis puede presentar una posición incorrecta. Esto aumenta el riesgo de sufrir escoliosis y síndrome doloroso del trocánter mayor.
Algunos efectos positivos de sentarse con las piernas cruzadas
A pesar de los efectos negativos, sentarse con las piernas cruzadas podría tener beneficios para algunas personas. Un estudio demostró que esta postura puede ayudar a ajustar la alineación de la pelvis en aquellas personas que tienen una pierna más larga que la otra.
También se ha mencionado que sentarse con las piernas cruzadas puede relajar los músculos oblicuos y mejorar la estabilidad de las articulaciones sacroilíacas, que transmiten el peso entre la columna y las piernas. Sin embargo, aún se necesitan más investigaciones para determinar si mantener la postura del loto durante largos periodos de tiempo puede tener efectos negativos similares.
En conclusión, es importante evitar sentarse con las piernas cruzadas durante mucho tiempo y cambiar de postura regularmente para evitar problemas de salud. Aunque esta práctica puede parecer cómoda, sus efectos negativos a largo plazo no deben ser ignorados.
